Recientemente hemos estado acudiendo y apoyando en reuniones entre la iniciativa privada interesada en un futuro sustentable de Los Cabos con las autoridades municipales actuales. El día de hoy aparecen publicadas en los medios algunas observaciones que precisamos sobre el futuro de Los Cabos hechas en uno de estas reuniones. El caso puntual en esta ocasión, son mis declaraciones posteriores a el desayuno del “Grupo Madrugadores”, donde se habló de la emergencia que genera la falta de un Plan de Ordenamiento Territorial que sea la base de estrategias que definan una visión a futuro de Los Cabos.
Lamentablemente seguimos sin visión a futuro en lo que a materia Territorial, Urbana y ecológica se refiere en Los Cabos. El desinterés en el planeamiento estratégico en este sentido por parte de la administración es evidente y preocupante, ya que lo que no se detiene es el desarrollo inmobiliario turístico, mayormente depredador de recursos, economía, infraestructura urbana y del territorio.
Sin una visión global a futuro, sin ningún tipo de control y/o regulación que garantice alcanzar dicha visión futura, el crecimiento de Los Cabos seguirá rigiendose por la anarquía total.
A el día de hoy es un hecho que el crecimiento territorial urbano de Los Cabos, responde a intereses personales y no comunes, Siempre parapetados por la supuesta creación de empleo (evidentemente temporal y de baja remuneración económica), estos desarrollos atentan contra una visión integral del crecimiento del municipio, acotando, paralizando y excluyendo cada vez más nuestra comunidad, anteponiendo siempre el beneficio particular a el bien común.
La falta de vivienda digna y otro sinfin de servicios básicos, así como la desatención y el desinteerés a dar soluciones reales a estas carencias, genera un clima de informalidad que atenta también contra la seguridad de las familias de Los Cabos. Estas actitudes por parte de las administraciones locales hacen evidente que para los serbidores públicos existen calramente ciudadanos de primera con ciertos derechos y ciudadanos de segunda casi sin derecho básico alguno.